La Vuelta a España 2025 hizo este domingo escala en la provincia de Lugo con una llegada apasionante en Monforte de Lemos. El danés Mads Pedersen se impuso al sprint y firmó su primera victoria en esta edición, afianzando el liderato en la clasificación por puntos. Pero la fiesta ciclista se vio empañada por las protestas contra la presencia del equipo Israel Premier Tech, que derivaron en incidentes con la Policía Nacional y un balance de ocho personas detenidas.
La etapa, de 167,8 kilómetros de media montaña entre Vegadeo y Monforte, prometía espectáculo y no defraudó. El intento de fuga protagonizado por Jay Vine y Louis Vervaeke fue neutralizado por un grupo de siete corredores, y la resolución quedó para un sprint masivo en el que Pedersen, con autoridad, cruzó la meta en primer lugar.
La etapa, sin embargo, no estuvo exenta de sobresaltos. A 56 kilómetros del final, en O Corgo, un manifestante con una bandera palestina intentó irrumpir en la calzada. Tropezó antes de alcanzar a los corredores, pero en la confusión un agente policial cruzó la carretera y provocó la caída de Javier Romo (Movistar), que pudo reincorporarse poco después.
En paralelo, la situación ya era tensa en Monforte. Cientos de manifestantes, convocados por redes como Galiza por Palestina o BDS Galiza, se habían concentrado en la curva previa a la meta. Con banderas y gritos de “Israel genocida”, intentaron desplazar las vallas de seguridad. La Policía, con material antidisturbios, respondió con cargas y porrazos.
La organización reforzó la llegada con un doble vallado a 150 metros de meta, evitando que, como ocurrió en Bilbao o el Angliru, el boicot interrumpiera el paso del pelotón. Aun así, un hombre fue detenido antes de que llegaran los primeros corredores.
Al cierre de la jornada, el balance fue de ocho personas detenidas en la provincia de Lugo en el marco de las protestas. Entre ellas, una mujer arrestada tras el final de la etapa, cuando los choques con la policía se reactivaron en las inmediaciones de la meta.
Los organizadores de la movilización denunciaron “roces constantes” con los agentes y apuntaron a cargas desproporcionadas, mientras que desde el dispositivo policial se subrayó la necesidad de garantizar la seguridad de ciclistas y aficionados.
Más allá de los incidentes, Monforte se volcó con el paso de la Vuelta. Las cunetas lucieron repletas de público desde el Alto de Oural hasta la meta. El parque de la Vuelta, los autobuses de los equipos y las tiendas de merchandising fueron también puntos de encuentro. Los maillots del UAE de Tadej Pogacar fueron los más demandados.
La llegada a Lugo marca el inicio de un bloque decisivo. Este lunes, la caravana vivirá una jornada de descanso en Pontevedra, donde ya hay convocada una nueva concentración propalestina a las ocho de la tarde. El martes, la etapa partirá de Combarro (Poio) y recorrerá la provincia de Pontevedra hasta terminar en Mos, a un paso de Vigo.