El proyecto une el único viñedo circular del planeta con la reconstrucción de una casa solariega del siglo XIV para crear una comunidad internacional de inversión, lujo y experiencias exclusivas
En el entorno de los valles de Quiroga, en pleno corazón de A Ribeira Sacra, se encuentra uno de los enclaves más singulares del mundo del vino: el único viñedo circular existente, 20 hectáreas en bancales de pizarra, esquisto, arcilla y cuarcita donde ya se producen variedades como godello, treixadura, loureira, mencía, sousón, caíño o brancellao. A su alrededor descansan las ruinas de la Casa de Outeiro, una solariega del siglo XIV con escudo, palomar y capilla, rodeada de un bosque de alcornoques.

«Temos unha bodega actualmente, máis o viñedo, que está todo situado en Quiroga», explica el impulsor, Juan L. Vázquez. «A bodega actual está situada no polígono industrial, é a parte máis comercial, e agora queremos levantar un segundo complexo arredor da Casa de Outeiro. A idea é crear un grupo de investimento, unha comunidade que leve o nome da casa, e que ademais de investir, reciba privilexios únicos».

El proyecto está liderado por Vázquez junto a Noemí Álvarez, ambos fundadores del grupo turístico Tourgalia. Comprometidos con su tierra, llevan años desarrollando iniciativas empresariales en Quiroga y ahora quieren dar un salto con un modelo de inversión pionero en el sector vitivinícola.
Lujo y patrimonio en un mismo espacio
La rehabilitación de la Casa de Outeiro dará lugar a un hotel boutique de diez habitaciones, un SPA subterráneo, un restaurante gastronómico con chef de referencia y asesoramiento estrella Michelin, un salón de eventos para 200 personas, piscina y amplios jardines.
El plan incluye además dos miradores: uno en la parte más alta del viñedo circular y otro frente a la casa, pensados para degustaciones y visitas. Y también un bosque con senderos y zonas tranquilas para disfrutar de la naturaleza, leer o tomar una copa de vino.
«Imos facer tamén un comedor acristalado para eventos, unha zona de enoturismo de inverno a cuberto e aproveitar o bosque para sendeiros e espazos de descanso», apunta Vázquez.
La puerta de entrada a la comunidad
El acceso a la comunidad se articula en cuatro niveles de inversión. El primero es el nivel Territorial, con una aportación de 2.000 euros. Se materializará en la Sala Territorial, un espacio con un valor simbólico y patrimonial.
La sala territorial será visitada por el público como parte del enoturismo y mostrará físicamente la implicación de los socios en el proyecto. «Nas paredes haberá nichos nominativos, cos nomes de cada investidor», explica Vázquez. «Alí gardaranse as botellas que son deles. Poderán bebélas na casa ou pedilas para levar. A sala será visitable polo público, para que vexan que hai unha comunidade detrás que fixo posible recuperar unha casa con máis de seis séculos de historia».

Las cuevas privadas
Los tres niveles superiores —Circular, Singular y Fundacional— darán acceso a cuevas privadas subterráneas, pensadas para la exclusividad.
Dos elementos las diferencian: el uso íntimo, inaccesible al público general, y la personalización, con nichos y mesas reservadas para cada socio.
«Cada cova terá nichos securizados co nome do socio e unha mesa central para doce comensais», describe Vázquez. «Os propietarios poderán reservar ese espazo, coller directamente as súas botellas e desfrutar dun servizo privado de maridaxe. Son lugares pensados para reunións familiares, encontros de amigos ou xuntanzas de negocio. O público en xeral só poderá ver as entradas desde unha cristalera, pero non acceder».

Un modelo financiero pionero
La operación se articula a través de la primera emisión tokenizada de una bodega en el mundo.
Dos ideas resumen el sistema: los inversores compran acciones reales de la sociedad y la tokenización las convierte en participaciones digitales seguras y registradas.
«O que compran os investidores é unha parte do capital da sociedade, representada por un token dixital», explica Vázquez. «Non é unha moeda virtual, nin especulativa. O token é unha acción convencional, rexistrada en notaría e no Rexistro da Propiedade, pero convertida a formato dixital a través da blockchain, que é un sistema seguro e securizado».
Cada token equivaldrá a una acción nominativa. «Toda a operación ten que ser aprobada pola Comisión Nacional do Mercado de Valores e rexistrada no organismo correspondente», apunta Vázquez. «Será unha das primeiras operacións a nivel nacional de tokenización dunha emisión de capital, e a primeira vinculada a unha bodega».

Una comunidad en expansión
La Prelist de la comunidad Casa de Outeiro está abierta y ya cuenta con medio centenar de interesados. El objetivo es llegar a 200 inversores. El acceso se realiza a través del formulario oficial.
Dos ventajas principales atraen a los futuros socios: la posibilidad de participar en la reconstrucción de la casa y el acceso a vinos exclusivos que no saldrán al mercado, elaborados únicamente para la comunidad.
Inversión en el rural con proyección global
El proyecto se enmarca en un contexto de oportunidades: la candidatura de A Ribeira Sacra a Patrimonio Mundial, la reapertura del catamarán de Augasmestas, la futura construcción del puente colgante de Campodola —llamado a ser el más alto de Europa— y la tendencia creciente del agroturismo de lujo.
«En definitiva, o máis importante non é o como, senón o que se vai conseguir», concluye Vázquez. «Recuperar as ruínas dunha casa icónica para este territorio e crear unha comunidade de investidores que veñan ao rural, que o gocen, o coñezan e valoren se é interesante apostar nel».
