José Tomé ha presentado esta tarde en Monforte su dimisión como presidente de la Diputación de Lugo. También ha renunciado a todas sus responsabilidades en el Partido Socialista de Galicia. Los acontecimientos se precipitaron después de hacerse públicas varias denuncias por «comportamientos machistas» y presunto acoso sexual. Los hechos habían sido avanzados en la noche del martes por el programa «Código 10», del canal Cuatro.
En una comparecencia celebrada en Monforte, Tomé confirmó su salida inmediata tanto de la institución provincial como de la dirección del PSOE lucense, que encabezaba como secretario general. El ya exmandatario evitó pronunciarse en detalle sobre las acusaciones, pero admitió que la situación hacía «inviable» su continuidad. Unas horas antes, en un acto celebrado a las doce de la mañana, Tomé había defendido su inocencia y había asegurado que emprendería acciones legales.
Tomé anunció que solicitará la suspensión cautelar de militancia en el PSOE «ata que se resolva o expediente e para defenderme con máis liberdade». También mostró su apoyo al «compañeiro ou compañeira» que le suceda al frente de la Diputación provincial. «Fago isto por responsabilidade e para facilitar a miña defensa. Mañá mesmo falarei co secretario da Deputación para formalizar a miña decisión, que será esta semana», anunció.
Pese a que, en un primer momento, Tomé apeló a su inocencia, las presiones se sucedieron alrededor del ya expresidente de la Diputación. Según el programa Código 10, José Ramón Gómez Besteiro, secretario xeral del PSdeG; Lara Méndez, secretaria de Organización del PSdeG; y Pilar Porto, diputada provincial y secretaria de organización del partido en Lugo; estarían al corriente de las denuncias transmitidas por canales internos por parte de las seis mujeres mencionadas en Código 10. El primero canceló la agenda de hoy y la segunda comunicó por la mañana que habría una actuación contundente por la tarde.
Además, el BNG, socio del PSOE en el Gobierno de la Diputación, se desmarcó de Tomé. Aseguró que, en caso de que no dimitiese de sus cargos, abandonaría el Gobierno provincial. En apenas unas horas, Tomé se encontró rodeado y sin salida. La dimisión pone fin a una etapa de fuerte centralidad política e institucional en torno a la figura de Tomé, que acumulaba el liderazgo provincial del partido y la presidencia de la Diputación. La aparición de las denuncias y la presión interna precipitaron un desenlace que sigue abriendo la crisis del socialismo lucense.
Sigue como alcalde de Monforte
Durante la comparecencia de prensa de esta tarde, Tomé anunció que permanecerá en el cargo de alcalde de Monforte de Lemos como no adscrito. «Tanto eu como os concelleiros decidimos solicitar la suspensión cautelar do partido e seguir gobernando como grupo no adscrito», apuntó. Además, conservará el acta como diputado provincial. Además, reiteró su «inocencia» ante los medios de comunicación.
Desde Ferraz, han exigido a Tomé que abandone la alcaldía de Monforte de Lemos y también que deje el acta de diputado provincial. Además, le ha suspendido de militancia.
En medio de estos movimientos, el PSOE trabaja en una transición rápida y, previsiblemente, se inclinará por que la sucesión recaiga en una mujer. El objetivo sería enviar una señal de cambio tras el impacto de las acusaciones y reforzar la credibilidad interna y externa de la organización. Por ahora no han trascendido nombres, aunque las posibilidades, en caso de que se confirme esa opción, serían tres: Marisol Morandeira, Pilar García Porto y Carmela López.
Carmela López, alcaldesa de Burela, podría ser la mejor colocada para ocupar la presidencia. Sería la segunda mujer en acceder al cargo, después del breve paso de Elena Candia, del PP, entre junio y octubre de 2015.
Pilar García Porto, mano derecha de Tomé y alcaldesa de Antas de Ulla, podría ser otra opción. Sin embargo, resta por ver cómo le podría afectar el hecho de que, en el programa Código 10, asegurasen que estaba al tanto de las denuncias transmitidas por las supuestas víctimas de Tomé.
Marisol Morandeira, alcaldesa de Guitiriz, se posicionó junto a Iván Castro en las primarias celebradas por el PSdeG de Lugo el pasado mes de abril. Ambos formaban parte de una alternativa que se presentó contra José Tomé.
El otro posible candidato, en caso de que no se inclinen por una mujer, podría ser Pablo Rivera.
La renuncia de Tomé obliga ahora al PSOE de Lugo a reorganizar tanto su estructura orgánica como el gobierno provincial, en un momento en el que varias voces internas reclaman una revisión profunda de los mecanismos de control y de la cultura interna del partido.
