La Policía Nacional intervino el 19 de noviembre en un domicilio de Lugo para asistir a una mujer que atravesaba una crisis psiquiátrica y que portaba varios cuchillos. Según la información policial, la mujer permanecía encerrada en una habitación, desde donde gritaba y lanzaba amenazas, lo que impedía la entrada de los servicios sanitarios.
En un primer momento, la mujer entreabrió la puerta y mostró el filo de un cuchillo. A pesar de esta situación, los agentes mantuvieron la calma y optaron por un contacto verbal continuo para intentar que aceptara atención médica.
Tras cerca de una hora de conversación, la mujer arrojó los cuchillos y permitió el acceso de los sanitarios. Finalmente aceptó de forma voluntaria su traslado al HULA para recibir asistencia.