Lugo es más que historia, más que paisaje y más que tradición rural. Lugo es también sabor, carácter y excelencia quesera. En los últimos años, las pequeñas queserías de la provincia han logrado hacerse un hueco —y no precisamente pequeño— entre los mejores productores lácteos de España. La prueba más reciente: los premios obtenidos por nuestros quesos en los principales certámenes nacionales e internacionales.
Don Crisanto, el mejor queso madurado de vaca de España
Este fin de semana y anunciado públicamente hoy lunes, el queso Don Crisanto, elaborado en Vilalba bajo la Denominación de Origen Protegida San Simón da Costa, ha sido reconocido con el premio al mejor queso madurado de vaca en los Premios Alimentos de España, otorgados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
No solo eso: también ha recibido el premio especial al producto con mayor puntuación global entre los 135 quesos presentados a las cinco modalidades del certamen. Un reconocimiento histórico que sitúa a Lugo —y al queso San Simón— en la cúspide de la excelencia láctea nacional. El sabor ahumado con madera de abedul, su corteza característica y la maduración controlada hacen de Don Crisanto una referencia indispensable en cualquier tabla gallega de calidad.
Y hay más buenas noticias: estos premios, hasta ahora convocados cada dos años, pasarán a ser anuales, lo que permitirá a productores como Don Crisanto seguir mostrando su maestría con más frecuencia.
Airas Moniz: del corazón de Galicia al mundo
Desde Chantada, en plena Ribeira Sacra, la quesería Airas Moniz continúa cosechando premios y exportando talento. Su queso azul de vaca Savel fue distinguido con el Súper Oro a la exportación en el Salón Gourmets, uno de los mayores escaparates gastronómicos de Europa.
El artesano Xesús Mazaira, impulsor de la quesería, comenzó esta aventura en 2017 con la vista puesta en el mercado británico. Hoy, sus quesos se venden en Canadá, Alemania, Reino Unido, Polonia o República Checa. La versión de Savel con 50 días de maduración, con textura cremosa y sabores intensos, fue también premiada en los World Cheese Awards, celebrados en Portugal, junto a su versión de 30 días, más joven y fresca. Otro de sus quesos, Terra, de perfil curado y personalidad robusta, también recibió galardón. Cabe destacar que los reconocimientos de esta quesería son innumerables.
Vilalba, epicentro lácteo
Vilalba reafirma su posición como capital quesera lucense gracias a otro nombre de peso: Prestes. El queso Lara & Sara se distingue por su textura cremosa, su sabor suave y equilibrado, con notas lácticas, toques amargos y un leve picor final. Su corteza natural, recubierta por el hongo penicillium, es completamente comestible. A lo largo de los años, ha cosechado múltiples premios tanto dentro como fuera de España, entre ellos el de segundo mejor queso azul del país en el Salón Gourmets 2019 y varias medallas en los World Cheese Awards desde 2016. Un auténtico emblema del buen hacer quesero gallego.
El sabor del rural
No solo Vilalba y Chantada brillan. En Quintián (O Páramo), el queso Mourelo ha sido premiado por su sabor intenso, perfecto para combinar con panes artesanos o mermeladas de la zona. Desde Sarria, otra quesería ha sido galardonada por partida doble gracias a su queso curado de oveja y su mezcla de cabra y oveja, ambos ideales para los amantes de sabores potentes y persistentes. Un perfil que marida especialmente bien con vinos tintos gallegos, como los de Ribeira Sacra o Monterrei.
Los más de 20 premios cosechados por quesos lucenses en los últimos meses —entre ellos, varios Súper Oro y galardones internacionales— no son una casualidad. Son el resultado de un trabajo silencioso, artesanal, muchas veces familiar, que combina el saber tradicional con una innovación constante. Cada queso, más que un producto, es una historia: la de quienes ordeñan, elaboran, maduran, afinan y presentan cada pieza como si fuese única.
El queso lucense tiene mucho que decir. Y lo está diciendo, alto y claro, desde las mejores ferias del mundo. Porque en Lugo no solo se hace queso. Se hace identidad.