¿Qué hacer este verano en Ribeira Sacra?

Fotos: turismo.ribeirasacra.org
Planes para todos los públicos entre ríos, viñedos y patrimonio en los concellos lucenses del interior gallego

La zona de Ribeira Sacra lucense despliega en verano un abanico de experiencias que van desde la serenidad del Miño y el Sil hasta la energía de las fiestas populares. Monasterios escondidos entre bosques, viñedos heroicos colgados de la montaña, senderos y propuestas culturales al aire libre convierten este territorio en un destino único. 

Una de las formas más sobrecogedoras de apreciar la riqueza y el carácter único de este paisaje es desde el aire. El vuelo en globo, disponible desde primavera hasta octubre —siempre sujeto a las condiciones meteorológicas—, ofrece una perspectiva privilegiada de los valles del Sil y del Miño al amanecer. La experiencia incluye participar en el inflado del globo, un vuelo de unos 60 minutos, brindis con cava, desayuno campestre y entrega de certificado. 

También se prepara ya una nueva edición del Viñobús Vendimia, una propuesta del Consorcio de Turismo Ribeira Sacra que permite sumarse al proceso de recolección de la uva, pisarla con los pies y finalizar con una comida al aire libre. 

Para quien prefiera explorar el territorio desde el agua, hay rutas fluviales activas en el Sil y el Miño, accesibles desde embarcaderos como Ponte do Sil (Monforte de Lemos), Os Chancís (Sober), Belesar (O Saviñao), Maiorga (Pantón) y Pincelo (Chantada). Desde el 19 de julio hasta el 31 de agosto, está operativo un servicio gratuito de lanzaderas para acceder a varios de estos puntos. Más información y reservas: Lanzaderas Verano 2025.

Se suman también propuestas para quienes buscan un baño en plena naturaleza. La playa fluvial de A Cova, en O Saviñao, es una de las más frecuentadas y permite practicar kayak, paddle surf o pedaleta, además de rutas a pie por el entorno. 

Una opción diferente para descubrir el entorno es el juego de escapismo exterior "Búscalo en Ribeira Sacra", con dos circuitos integrados en paisajes naturales. La actividad está pensada para grupos, familias o convivientes, con inscripción previa y un precio simbólico gracias al patrocinio público. 

También este verano se puede acceder al excepcional patrimonio románico lucense a través de un programa piloto de apertura de iglesias. En funcionamiento hasta mediados de septiembre, permite visitar templos como San Miguel de Eiré y San Vicente de Pombeiro (Pantón), Santa María de Nogueira de Miño (Chantada), Santo Estevo de Ribas de Miño (O Saviñao), San Xillao de Lobios y San Vicente de Pinol (Sober), San Pedro de Bembibre (Taboada) o San Xoán da Cova (Carballedo), por solo 2 euros. 

La artesanía tradicional forma parte del verano en Ribeira Sacra lucense. En Sober, Chantada o Quiroga perviven oficios como la alfarería, la cestería, la producción artesanal de aceite o el trabajo con cobre y latón vinculado a la destilación del aguardiente. Los centros de Gundivós y los talleres de tecedeiras y zoqueiros conservan una herencia que puede visitarse y valorarse. 

A mayores,  Ribeira Sacra se puede explorar a través de sus museos y salas de exposiciones, donde es posible descubrir el origen geológico de este territorio, adentrarse en los modos de vida de otras épocas o comprender la singularidad del cultivo del vino. Otros espacios permiten simplemente disfrutar de la contemplación artística, ya sea a través de obras pictóricas, esculturas, piezas de arte sacro, casas de muñecas en miniatura o grandes máquinas ferroviarias que remiten a otro tiempo.

Para quienes buscan actividad física en plena naturaleza, Ribeira Sacra ofrece múltiples posibilidades de turismo activo. Hay rutas de senderismo y BTT que recorren las montañas, caminos a caballo por paisajes tranquilos y la opción de practicar kayak en los embalses. Las alternativas se multiplican y permiten conocer el entorno desde perspectivas muy distintas, siempre en contacto directo con la riqueza natural del territorio.

Otro modo de acercarse al alma de Ribeira Sacra es a través de sus fiestas, muchas de ellas marcadas por elementos simbólicos como los oficios tradicionales. También son frecuentes las celebraciones gastronómicas vinculadas al vino y otros productos locales, así como las romerías.