Productores y artesanos muestran su talento en la Feira do Mel y la Feira de Olería de Lugo
La magia del San Froilán se vivió este fin de semana con dos de sus citas más emblemáticas: la Feira do Mel y la Feira de Olería Lugo Tradicional. Ambas actividades, organizadas con la colaboración de la Vicepresidencia da Deputación de Lugo y el Concello de Lugo, atraen cada año a centenares de visitantes y permiten mostrar la riqueza artesanal y gastronómica de la provincia.
El Tenente Alcalde, Rubén Arroxo, y la concelleira de Participación e Servizos á Veciñanza, Cristina López, visitaron las ferias y destacaron que "estas dúas citas xa están consolidadas como dúas das actividades máis importantes do San Froilán, e cada ano gozan de centos de visitantes". Arroxo subrayó además la colaboración institucional de la Vicepresidencia da Deputación: "o principal colaborador institucional do San Froilán", e invitó a todos los vecinos "a achegarse a estas dúas prazas e a participar de todas as actividades do San Froilán 2025".
La Feira do Mel, instalada en la praza da Soidade, reunió a 26 productores de toda la provincia de Lugo, ofreciendo miel de alta calidad y talleres abiertos al público. Durante la jornada del sábado se realizó una cata de mieles organizada por el Consello Regulador da IXP Mel de Galiza y un obradoiro de globoflexia para los más pequeños. El domingo, los asistentes podrán participar en un obradoiro de fabricación de candeas entre las 12 y las 14 horas. Además, la feria cuenta con la exposición "Abellas e abelleiros, unha relación ancestral na Galiza meleira", abierta hasta el 2 de noviembre en el Museo Provincial de Lugo.
Por su parte, la Feira de Olería Lugo Tradicional, en la rúa Quiroga Ballesteros, mostró 14 artesanos llegados de distintos puntos de España, desde Tioira (Ourense) y Gundivós (Sober) hasta Toledo, Córdoba y Jaén, entre otros. Las piezas expuestas reflejan la tradición oleira, con objetos destinados al fuego, al cuidado de los animales, al almacenamento de grano y vino, a la protección de la casa y a ceremonias de nacimiento y muerte, ofreciendo un recorrido por la vida cotidiana en tiempos en que el barro era un recurso vital.
Según los responsables provinciales, estas ferias permiten "traer o rural á cidade e achegar aos visitantes ás nosas tradicións, mostrando a importancia da artesanía e da produción local para conservar o noso patrimonio cultural e natural".