A Milagrosa, personalidad propia dentro de Lugo
Lugo no se entiende únicamente como un corazón encerrado tras las piedras de la muralla. Los barrios, muchos de ellos con identidad propia, forman una parte esencial de la ciudad y de la vida de miles de vecinos. Entre ellos figura A Milagrosa, uno de los más populosos y ejemplo de cómo tradición, convivencia y nuevos retos se entrelazan en la vida urbana.
Según un estudio socioeconómico encargado por el Concello, en A Milagrosa residen en torno a 6.000 personas, a las que se suman unas 2.500 en el vecino Feijoo. En total, más de 8.000 habitantes conviven en este ámbito, lo que lo convierte en uno de los núcleos más dinámicos fuera de la muralla. La población es variada: familias jóvenes que han encontrado en la zona precios de vivienda más asequibles, mayores con décadas de residencia y, en los últimos años, vecinos llegados de otros países. El crecimiento de la población extranjera, que ronda el 7 % del total, con comunidades procedentes de Latinoamérica, África y Europa del Este, ha transformado el panorama social y comercial del barrio con la apertura de nuevos negocios y la incorporación de servicios adaptados a una realidad multicultural.
El comercio de proximidad es una de las señas de identidad de A Milagrosa. Panaderías, fruterías o bares de siempre conviven con ultramarinos internacionales, locutorios y restaurantes regentados por nuevos vecinos. Esta diversidad ha revitalizado el día a día de las calles, generando un espacio en el que distintas culturas comparten vida cotidiana.
En el plano comunitario, A Milagrosa cuenta con colegios, zonas verdes y equipamientos que permiten a los residentes desarrollar su vida sin necesidad de desplazamientos continuos al centro. A esto se suma un proceso gradual de peatonalización, iniciado con la plaza central en 2018 y continuado con la rúa Milagrosa, cuya humanización y cierre al tráfico se adjudicaron en 2025 con el objetivo de conectar la praza da Milagrosa con la praza de Bretaña. Estas actuaciones han permitido reducir el tráfico en determinadas áreas, ganar espacios de encuentro y dinamizar el comercio local.
Los talleres culturales, las actividades deportivas y los programas de apoyo a mayores completan la oferta del barrio y contribuyen a fomentar un sentimiento de pertenencia que trasciende lo meramente residencial. En A Milagrosa, como en otros barrios de Lugo, la convivencia diaria y la transformación urbana definen una ciudad próxima, dinámica y en permanente evolución.