La Seimeira de Vilagocende, emblema natural de A Fonsagrada
La Seimeira de Vilagocende se ha convertido en el gran símbolo natural de A Fonsagrada. El río Porteliña, nacido en la Serra do Hospital, se precipita en ese punto con un salto de 54 metros. Es una de las cascadas más altas de Galicia. La imagen es contundente: una columna de agua cayendo a plomo en medio de un valle de frondosas en el que el sonido del agua se mezcla con el de los pájaros y el viento.
El acceso no es complicado. Desde la aldea de Vilagocende parte un sendero de poco más de un kilómetro, señalizado y de baja dificultad. El camino discurre entre robles, abedules y alisos, bajo la sombra húmeda que favorece la aparición de helechos y musgos. En los últimos metros, una pasarela de madera acerca al visitante al pie de la cascada, donde el aire se enfría y la piedra mojada recuerda que allí manda la naturaleza.
La Seimeira no es un recurso aislado. Forma parte de un territorio que se integra en la Reserva da Biosfera Río Eo, Oscos e Terras de Burón y en la Red Natura 2000. En los bosques del entorno todavía se rastrea la presencia del visón europeo y, en la cuenca del río Rodil, incluso se han registrado avistamientos de oso pardo. El valor ambiental se une a un paisaje que conserva molinos en ruinas, fuentes y huellas de la vida rural de montaña.
A Fonsagrada, con sus 438 kilómetros cuadrados y apenas 3.000 habitantes, encuentra en este salto de agua una de sus mejores embajadoras. No hay estadísticas oficiales sobre cuántas personas la visitan cada año, pero la mejora de accesos y la promoción turística han situado a la Seimeira de Vilagocende en las guías y rutas imprescindibles de la montaña lucense. Muchos peregrinos del Camiño Primitivo se desvían para conocerla y el nombre de Vilagocende se repite en folletos y conversaciones de viajeros.
En la cascada se concentra buena parte de lo que define a A Fonsagrada: la fuerza del agua, la memoria rural y la voluntad de abrirse al mundo desde la naturaleza. Un salto de 54 metros que resume la identidad de la montaña lucense.